El día 27 de diciembre hace un día precioso y aprovechamos esta jornada para alcanzar el punto más alto de Allariz, se trata de la cima de Penamá desde Paicordeiro, una aldea preciosa al ladito mismo de Allariz.
Recordar que Allariz es Reserva de la Biosfera, imaginaba que me iba a encontrar con bosques de ensueño y así fue, qué ruta tannnnnnn preciosa, enamoradita perdida.
En la primera imagen se ve el comienzo y el final de esta bellísima circular; subiríamos por mi izquierda y bajaríamos por la derecha.
Penamá se encuentra a 927 metros y para llegar hasta ella nos tenemos que meter por bosques llenos de magia, misterio, historia ( es camino de Santiago), sus bosques están llenos de robles, abedules, castaños y en la parte más alta pinos.
¡¡Qué preciosidades de bosques por favor!!
Por aquí a veces da la sensación que nos observan...misteriosos bosques por los que seguramente en aquellos tiempos recorrió el hombre lobo de Allariz y hasta la Santa Compaña...son tan preciosos estos bosques y tan mágicos que se prestan a toda la imaginación posible.
Y llegamos a la cima, que para darle más misterio si cabe, pues nos envolvió la niebla de repente...aquí si que pareciese que nos observan los licántropos.
Desde la cumbre sur y mejor desde la cumbre central el panorama hacia el norte y el este es muy bonito destacando las sierra de Cabeza de Meda y de San Mamede así como la zona llana de A Limia.
En la cima de Penamá se encuentran tres pequeñas cumbres separadas por menos de 300 metros de distancia y con la misma altura de 927 m. En la situada mas al sur se encuentra una antigua caseta del Icona, en la del centro unos penedos (rocas) y el situado mas al norte tiene el vértice geodésico nº 26419 y enormes antenas de comunicación.
Por el camino seguimos disfrutando de bonitos detalles y a la bajada de la cima nos metemos un sustazo, a lo lejos de verdad que esa mancha negra bajo los árboles parece tal cuál el hombre lobo, puffff, qué sugestión jajajaja.
En el camino encontramos la Fonte do Santo donde dicen se apareció San Salvador. Un manantial milagrero en la roca donde no se aprecia por donde mana el agua pero que está manando continuamente hasta en épocas de mucha sequía. También vemos esos caminos de piedra erosionada por el continuo transito de carros de bueyes.
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