COLLADA LAS MURIAS

Con un día precioso, el 18 de febrero, salimos para hacer una ruta mágica por las faldas del Cueto San Mateo, en La Pola de Gordón. La Collada las Murias, allí ahora han puesto unos arcos de la zona Alfa donde enlazan diversas circulares y está preciosa la zona. Estoy enamoradita de mi tierra.

Senderos anchos, senderos estrechitos por la ladera del monte, bosques llenos de magia, saltos para bicis de montaña, todo esto y muuuuucho más es zona Alfa, en Gordón. Ese Cueto San Mateo presidiéndolo todo.

Aquí estábamos ya cerca de La Collada, inmersos de pleno en el senderito estrecho , ya se ven todos los arcos de zona Alfa y desde allí y hasta allí van un montón de rutas a cada cual más bonita.

Me quedaría en esta Collada por tiempo y tiempo.

El camino estrechito hasta llegar a la Collada las Murias es tannnn bonito...qué vistas a unos lados y otros.

Gravity, dificultosa, está marcada en negro.

Cresta Dragón, dificultosa, también marcada en negro. Ésta la hicimos en Enero pero desde el otro sentido, desde Pola, la próxima vez la haremos desde aquí y enlazaremos con Gravity, es una pasada la de alternativas que tenemos ahora.

Y desde esta separación en plena Collada vemos la carretera de Llombera, otra ruta preciosa con la que podemos enlazar. Sólo en este trocito contamos 10 posibles alternativas diferentes, ¿no es esto una gozada, un privilegio? ¡Sí, lo es!

Algo extraño salió en esta foto, ¿el espíritu de algún ser mágico quizás? En estos bosques de mi tierra Gordonesa, todo es posible.

Momentos de nuestra subida y de la bajada de los ciclistas con los que hablamos un ratito en La Collada, este día estaba lleno de bicis de montaña y el Cueto de senderistas y montañeros...es que menudo domingo bonito que hizo...después vendría la nieve y la ventisca totalmente invernal.

Detalles del camino, ellos, sólo ellos, estos seres mágicos y bondadosos por excelencia, mis amados árboles.

La sombra  este día se agradecía, pasar entre los espinos y las escobas prestaba mucho, un poquitito de sombra con esta solana se agradecía.

Montañas, bosques, pistas para andar con la bici o recorrerlas andando...tenemos de todo para ser felices aquí.

Panorámica en La Collada Las Murias, qué PRECIOSIDAD.

Hayedo lleno de riqueza paisajística y medio ambiental.

Este día comimos en Aralla de Luna, en el Restaurante Las Brañas, por 20€. Aquí comes lo que te den, cada domingo hay un menú, no puedes elegir, te sacan y eso comes, es una pasada lo rico que está todo. A nosotros nos sacaron un trozo de empanada que estaba deliciosa, totalmente casera, y paté de cabracho también casero, después una sopa de marisco que estaba buenísima, carne guisada que no quedó nada, de nada (bueno no quedó nada de ningún plato jajajaja) y una crema de limón de postre rica, pero rica. Volveremos, nos encantó. Después tomamos el café arriba, en La Collada de Aralla, para ver a nuestra querida Lorena y despedir esta jornada montañera tan disfrutona y feliz que pasamos. Los caballos trotaban contentos por medio de la carretera del puerto de Aralla.

El amor jamás lleva a hacer locuras, el amor lleva a hacer obras con AMOR.