EN MI PARAÍSO LLANISCO

El fin de semana del 8, 9 y 10 de septiembre mi corazón necesita contactar con mi paraíso llanisco, qué ganas de Llanes, qué ganas de mi segunda tierra, qué sanación más grande me da el mar, y todo este concejo. Aquí está mucha parte bonita de mi vida.

No parecía que fuese a ser un buen fin de semana puesto que nuestros tesoros no pudieron venir al final , el pequeñín salió con fiebre del cole, y bueno...un largo etc que no merece la pena recordar. Pasamos aquí todo el fin de semana, muy tranquilos porque ellos estaban juntines y todo estaba bien.

Caminé mucho al amanecer.

Tuve un contacto mágico con las playas preciosas de este concejo que tengo hilvanado en el corazón , al amanecer y a la hora del baño...qué fin de semana bonito tuvimos y cómo estaba el agua del Cantábrico.

Las playas en septiembre, al amanecer ya están solitarias, se han ido casi todos los turistas y así de bonitas lucen para los habitantes de Llanes y para los que casi, casi, somos de aquí.

Qué amaneceres bonitos, me dejaron escenas y momentos preciosos vividos, disfrutados.

En conexión con todas esas fuerzas y seres superiores en los que muchos (cada vez más gente) no cree, pero que yo he sentido desde siempre y me guían y ayudan en cada dificultad de mi vida. Conectando...todo saldrá bien. ¡Hecho está!

También paseé por el Paseo de San Pedro, sin duda el paseo marítimo más preciosos del mundo mundial, este lugar es mágico para mi.

Contemplo toda la villa llanisca.

El otoño también comienza a asomarse en los acantilados del mar Cantábrico.

El agua está alucinantemente buena, qué bien se estaba en el agua, nos dimos unos buenos baños para ¿despedir la temporada? quien sabe igual cuando volvamos en otoño e incluso en invierno nos volvemos a bañar.

Vimos una concentración de coches antiguos, qué bonitos son, la verdad, qué recuerdos de nuestra juventud, ahora han cambiado bastante los modelos, como todo. Todo cambia a ritmo trepidante.

Nos encanta cenar en Los Italianos, cómo está aquí de rico todo, las tostas, las Pizzas, la pasta las ensaladas, tooooodo...y parece que estuviésemos en Venecia.

"Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción".