El 13 y el 14 de Junio vivimos momentos mágicos, que en torno a una reivindicación lo convertimos en un día precioso de familia, los momentos más bonitos son en familia...en lucha por la montaña.
Mi nietín precioso de campanero, y comiendo con la mirada a su mami y su mami a él.
Y las escenas de nuestros animalines autóctonos nos dejan el corazón lleno de ternura.
Qué bonitos son...y esas mamás con sus cachorrines es "tierra sagrada" ojalá la maternidad humana se respetase tanto como la de las demás mamíferas por los de su especie, ojalá.
Mastín leonés.
Acariciando a la yegua y a las ovejas.
Y el borriquín come a su mami a besos.
Los cielos siguen preciosos, no puedo dejar de mirar sus formas...y aprovechamos para hablar con Carlos, de en lucha por la montaña, un gran proyecto que crece y crece...es un gustazo verlo crecer...de esta salimos juntos porque como cada uno vaya por su lado, esto no lo salva ni el mejor milagro.
Y a aquel día le siguieron unas noches de luna llena preciosa, yo la contemplé desde Alcedo de Alba, entre atrapasueños y plumas...desde la ermita de Santa Eugenia y pedí que el universo conspirase a nuestro favor, porque nuestra causa es justa.
Atrapasueños, luna llena, plumas acariciando esa luna llena.
Y todo su influjo sobre mi.
"Girar como si una quisiera dar dos saltitos
microscópicos para desplazar tres milímetros
su propio eje. Girar como si esos tres
milímetros formaran un huracán que cerrara
de golpe la puerta de un ciclo para empezar
otro. Dos saltitos, tres milímetros, mil giros en
espiral". LÓ
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