23 de agosto de 2021

VALLES DE LA TERCIA Y ARBAS

Qué ganas había de volver a la montaña y disfrutar de lo que más me gusta y lo que más me calma...y con este marco incomparable de Las Tres Marías unas reinonas de nuestra Cordillera en toda regla...
El domingo 18 de julio a la Tercia y Arbas que volvemos y a comer a la Collada de  Aralla  ¡¡por supuesto!!
La montaña está preciosa, nuestro plan era La Peña el Barco ó así la he llamado yo siempre que hemos recorrido el Camino del Salvador...desconozco su nombre real...no pudimos alcanzarla porque la hierba nos superaba en altura y porque está todo lleno de ganado...la dejamos para otoño porque las vistas desde ella tienen que ser maravillosas y la subida muy entretenida, para esos días que sólo quieres gozar sin sufrir.

Delante los valles de la Tercia y Arbas y detrás también...en este caso La Tercia con Fontún de la Tercia y demás pueblecitos.

El campo segado está precioso, muy seco por la época en que estamos, pero precioso...mi beso al Fontún al que pronto volveremos.



Manuel llegando a San Martín de la Tercia desde donde comenzamos nuestra ruta de este domingo maravilloso y una vista extraordinaria de la peña que queríamos alcanzar y que desde el inicio se veía tan bien pero a medida que avanzábamos la hierba era una selva total...pero ¡¡volveremos!!.

Comidita rica en Aralla, a 26ºC se come igual de bien que a 5ºC...la temperatura en La Collada de Aralla da igual, lo que importa es la comida rica que siempre nos ofrecen y el trato de Lorena y todo el equipo del hostal restaurante...

Y después de comer, Manuel se queda charlando con unos conocidos a los que hace mucho que no veíamos y yo...yo sigo en ruta, y descubro un camino que me llevaría a otro paraíso del valle de Arbas, a Cubillas de Arbas, por el viejo camino....

Cómo disfruté este paseo, no me perdí detalle, ¡¡qué bien qué poco a poco están saliendo de nuestras vidas las cosas malas para ¡¡SIEMPRE!!.

La luna me acompaña en el camino.




Y más detalles, me fijo en cada uno de ellos, ya necesitaba poner mi atención en todas estas preciosidades...y es que la naturaleza en estos meses que he tenido menos contacto con ella lo que realmente estaba haciendo es dándome fuerza ...todos esos recuerdos de nuestras rutas me estaban dando una fuerza inmensa para salir del pozo en el que estaba.
Todo el viejo sendero de montaña estaba muy bonito con estos tonos verdes, amarillos, dorados y fucsias...¡¡y es que nuestras montañas están DIVINAS los 12 meses del año!!.

Estos franceses que están alojados en el hostal restaurante Collada de Aralla están enamorados de León y más concretamente de esta zona...conocen muchas cosas de aquí (estoy segura que mucho más que algunos de por estas tierras),y las disfrutan a tope...
...este momento fue nuestro, de ellos, a los que no pude por menos robarles esta instantánea en nuestro saludo, el cuervo y yo... 


Me despido del viejo camino con estos cielos hermosos y con el alma curada, y a salvo de esos que jamás deben entrar en nuestras vidas.


 "Hay personas que crean sus propias tormentas y después lloran cuando llueve"

1 comentario:

Teresa dijo...

Todo precioso. Abrazos.