FOZ DE MELEROS, FOCELTORNO, LA BOYARIZA

El día 9 nos vamos a La Boyariza que hace mucho tiempo que no paseamos por este rinconcito precioso de mi tierra gordonesa, de mi Reserva de la Biosfera Alto Bernesga.

Esté todo precioso, qué gran trabajo han hecho las gentes de geras de Gordón, qué bien señalizado todo y La Foz de Meleros, uaffffff TREPIDANTE.

El bosque está precioso y tiene muchos ojos que nos miran...qué preciosas formas hacen en forma de ojos sus ramas...

qué gustazo perdernos por aquí...con el calor que hace, dentro del bosque se está muy fresquito.

Llegamos a La Foz, pufffff yo el primer tramo va que va PERO el segundo tramo IMPOSIBLE...

 Manuel si que lo gozó de lo lindo...

Qué bonita la parte de arriba de la cascada de Meleros, está todo precioso, aquí tienen que habitar las Xanas y los duendes...y los osos, lobos y fauna maravillosa.

Esta parte si que ya no la consigo ni looooooca, qué vértigo...esa escalera está totalmente vertical.

Además de acondicionar toda esta subida a Meleros y Fonceltorno han señalizado todas las rutas alternativas que hay dentro de este hayedo lleno de magia y acondicionado una rutita corta por el interior del hayedo de La Boyariza qué es una pasada.

¡¡Nos seguimos adentrando en los ojos del bosque, qué maravilla por faaavor!!

Yo además de abrazar a mis árboles amados me rescuelgo de sus brazos y Manuel salta de rama en rama.

Momentos de relax bosqueril...

Manuel haciendo equilibrios con su palo y yo sentadita en la piedra vestida de musgo...

Aunque baja poca aguita porque está todo muy seco, acercarnos a sus cascadinas da mucho gustazo porque se está muy fresquín aquí...

Hasta el ganado se resguarda del calor dentro del hayedo.Manolo pastoreándolas para que se aparten un poquito del camino y nos dejen pasar.

Después de esta maravillosa jornada en una de las zonas más bonitas de mi tierra nos ha entrado el hambre y subimos a Aralla a comer así de rico, todo casero y con ese trato siempre exquisito... viendo estas nubes hermosas que nos embelesaban con sus formas caprichosas.

"Sólo dos legados duraderos podemos dejar a nuestros hijos: raíces y alas"