9 de marzo de 2020

ACANTILADOS DEL INFIERNO. LLANES, MI PARAÍSO

 Llegó el puente de carnaval, qué ganas de descansar totalmente, desconectar por completo y fundirme con mi Llanes del alma, con su mar, con sus rincones mágicos para mi. 
Aprovechamos muy bien los días, descubrimos espacios realmente hermosos y nos reencontramos con otros a los que hacía tiempo que no nos acercábamos.
El 22 de febrero nos vamos al Parque Natural de Oyambre entre Ribadesella y Llanes para rutear por los acantilados del infierno. Hace tiempo que no paseamos por aquí y tenemos muchas ganas.
 Encontramos el mar precioso, fiero pero no excesivamente, y en estos acantilados hay rincones que aportan esa calma tan necesaria para superar situaciones de preocupación y estrés, que últimamente el trabajo  nos proporciona día si día también.

 Me anclaría aquí para dejar mi mente vacía de cualquier pensamiento preocupante...este lugar tiene una extraordinaria belleza, una grandeza espectacular.

 Éste, es de los acantilados del infierno, uno de esos rincones que merece una parada sosegada, sin prisa, para disfrutar a tope y darnos cuenta de la grandeza de la naturaleza, de lo que nos regala con cada obra natural...y estas cavidades por donde se introduce el mar, brama, se agita , salta y hace un estruendo  sobrenatural es digno de disfrutar muy des-pa-ci-to. 
En la siguiente foto vemos un enorme bufón , muy típicos de esta costa, que son chimeneas por donde en días de mar agitado sale por ellas de todo, agua, arena, rocas y algún pez.
 Y en esta imagen Manuel y yo en otro rincón especial para nosotros...¡¡qué color tenía este día el cantábrico!!...pasó del azul turquesa al verde mar pasando por el gris.
¡¡Qué bien se está aquí, cómo lo necesitaba!!
 Estos preciosos senderos nos llevan por todos los acantilados...aquí todo es mágico.


 Escenas impresionantes que hablan por si solas.





 El mar , siempre el mar, aportándome paz y tranquilidad, aportándome esa acción terapéutica en las mismas proporciones que mis sesiones diarias de yoga. Esta ruta ya ha comenzado su efecto curativo, empiezo a recuperar esa tranquilidad que tanto valoro y tanto necesito.
"La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido".

2 comentarios:

Ginebra dijo...

Qué preciosa definición de la vida en esta tu reflexiòn, siempre tan acertadas. Me alegra que hayáis disfrutado en ese Llanes que tanto te atrae.
Besos

La Biosfera de Lola dijo...

Hola Sara. Aunque yo soy de los Oscos en la otra punta de Asturias, LLanes es para mi especial ya que por trabajo viví ahí algunos años. Es una ruta preciosa y que disfruté en numerosas ocasiones. Las fotos son espectaculares. Besos.