El día 17 nos toca regresar de nuestra primera parte de estas merecidas y preciosas vacaciones de Semana Santa, amanece un día invernal, hace mucho frío y de camino a casa queremos conocer Foncebadón y Monte Irago...decir estos nombres entraña decir máximo esfuerzo en el peregrinaje en teirras leonesas, esta hoya del Bierzo es magia pura.
El reloj del peregrino
Foncebadón se está reconstruyendo alrededor de los cientos y cientos de peregrinos que pasan por aquí a diario...es impresionante, esta zona es muy valorada por el auténtico peregrino, ese que sabe que estos lares están unidos profundamente al peregrinaje tradicional.
Nuestro precioso llionés luce en las puertas de los establecimientos de Foncebadón.
Volveremos para hacer esta preciosa ruta, merece la pena y mucho perderse por estas carreteras de alta montaña.
Como peregrinos en Foncebadón y en la cruz de Fierro del Monte Irago.
Y echamos un vistazo a todo lo que se acumula en la cruz de fierro, cuántos deseos, reflexiones, alegrías y sufrimientos habrá en este espacio chiquitito...aquí los peregrinos dejan lo que buenamente quieren o pueden a modo de ofrendas.
"El camino de la palabra, del silencio, del alivio, de acercar nuestras almas a nosotros mismos"Manuel
.jpg)
2 comentarios:
Quantos interesantes lugares nos descubres...
Y todo tan bien explicadito...Qué bien!!
La frase de Manuel hace pensar y me gusta!!
Un abrazo para todos y besitos al pequeño.
Muy bonito. Un beso.
Publicar un comentario