18 de octubre de 2018

VIEJO CAMINO DE GERAS A CASARES O RUTA LA GRIL




Después de la cenita en familia por las fiestas de San Miguel y un poquito de baile en la orquesta, Manuel y yo el Domingo 30 aprovechamos para recorrer una ruta a la que teníamos muchas ganas, decir, que volveremos porque es preciosa. Se trata del Viejo camino que une Geras con Casares ...sólo que nosotros la comenzamos en Casares porque queremos comer en Cubillas, en el Río Viejo.
Qué tierra tenemos, esto promete, comenzar la ruta en el pantano de Casares con esta panorámica...toda la cordal de Las Tres Marías, Las Peñas del Prado y La Barragana...casi nada...IMPRESIONANTE...cada vez más enamorada de mi territorio.
Este camino es magia pura, si yo lo tuviera que recorrer para llevar algo de Casares a Geras como antiguamente, tardaría siglos porque me ensimismaría con todo lo que hay en este sendero...mires para donde mires es magia pura.

 Pudimos disfrutar de la lagartija cazando y devorando a su presa, retorciéndose para que no se le escapara...esta naturaleza es curativa, esta naturaleza no deja de regalarnos mil escenas inolvidables.






Los cortaos son de vértigo y se oyen las cascadas del río Casares que baja repleto de agua clarita y fresca.
¡¡Una pasada este viejo camino que une Geras con Casares y viceversa!!

Aquí tenemos estos balcones al vacío, qué precipicios y que cascadas, Manuel baja a una de ellas poniéndome los nervios a tope, ¡¡qué hombre eh!!! que si no gasta adrenalina no está agusto.


Ahí sube bien agarradito a la pared...pero qué ganas de hacer el cabra de verdad, no puede verla desde lo alto...tiene que bajar casi hasta la cascada.
Así me ve desde allá abajo y yo allá arriba, en el camino.

Así baja el río de precioso.



Desde lo alto ahí vemos el caminito por el que pasaremos en un rato, ¡qué bonito es!...esta ruta tiene rincones de cuento, esta tierra nuestra es un auténtico privilegio.
Y Manuel subido al Gorila, así bautizamos a este precioso peñasco...y es sabido que peña que aparece en el camino, peña que sube este marido mio...¡¡cuánto le gusta la roca!!.

Aquí tenemos al Gorila, nuestra roca preciosa, en medio de este divino y viejo camino
Después de disfrutar y disfrutar inmersos en una ruta que pertenece a la tradición viajera  de nuestra tierra de tiempos muy antiguos que unía pueblos, agradecemos inmensamente a las personas que han hecho posible volver a recuperar esta belleza para que tod@s podamos disfrutar de nuestro entorno. Gracias a todos los que lo habéis hecho posible.
Esta ruta también nos regaló escenas entrañables, muy entrañables...esta mamá queriendo, y mucho, a su bebe. 
¡¡Bendita naturaleza, benditos animales!!
Merecemos este homenaje en Cubillas, en el Hostal Rural y Restaurante Río Viejo...qué rico comimos...y es que cada semana comemos en un restaurante diferente de la zona, de nuestra tierra , dependiendo de donde hagamos ruta...y decir que chapó por casi todos ellos, mil veces chapó por las delicias que nos ofrecen...una maravilla vivir en el pueblo...aprovechamos este día también para coger un montón de hojas para recogida de firmas para arreglar la carretera que va de Casares a Aralla que está terriblemente olvidada y sobre todo parcheada. 
¡¡A ver si lo conseguimos!!





"Por esos puntos de inflexión en la vida en los que miras a tu alrededor y te prometes a ti misma, que a partir de ese instante todo será distinto"













1 comentario:

Mar Montero dijo...

Un reporteje precioso con ese marido que de vez en cuando te saca de quicio...