19 de mayo de 2021

CURRILLILES...UN PARAÍSO DE ROCAS, DE LAS ROCAS DE MIL FORMAS

El 18 de abril volvemos a Currilliles...cuando algo te quita la calma, el sosiego, la paz interior...nada mejor que meterte en un paraíso como es Currilliles, darte mucha caña física y dejar al alma que descanse y contemple...¡¡qué afortunados somos de tener tanto y tan grandioso a nuestro lado!!
Cómo estaba todo este día...y qué cielo nos acogió y nos protegió.
Enmarcamos detalles...comenzar a rcorrer el camino siempre me llena de emoción, no he perdido nunca esa ilusión, esos nervios, esa emoción de lo que me deparará la jornada...pido que así siga siendo...giramos totalmente a derecha y hacia Currilliles teniendo siempre presente la mujer muerta.

En la collada de la mujer muerta y con La Tercia y Arbas detrás nuestro...después de Gordón...estos son mis valles preferidos, donde estamos y La Tercia y Arbas.
La mujer muerta, cómo impresionan las rocas, que formas tiene esta sierra tan maravillosa...y debajo el simpático pingüino.

Llegamos a la oreja y Manuel la goza de lo lindo, roquear y roquear es lo que hemos hecho este día porque la roca nos aferra a la tierra y al mismo tiempo nos eleva al cielo...así estamos entre tierra y cielo...entre infierno y...lo que venga.

Impresionante me siento aquí, justo debajo de la mujer muerta y de esa oreja a la que llegaríamos en nada, eso si, con un poquito de esfuerzo, de esos que a mi tanto me gustan...esfuerzo y recompensa...qué maravillosa sensación.


FELIZ, quiero quedarme con estas sensaciones siempre...me pasa en la montaña, me pasa después de salir de un masaje reparador y me pasa después de una noche de sueño conciliador.
Y doy gracias por ello, por tanto...Namasté...Universo, Namasté...


Manuel con una buena bandada de cuervos encima de él y es que este lugar es un buen refugio de ellos, los hay a cientos.

Bajamos...¿por qué no podré quedarme aquí mucho tiempo? yo quiero quedarme aquí...aún así Manuel me indica el mejor sendero para comenzar el descenso pindio hasta la pista.

El cielo se alía conmigo y Dios mio lo que tengo encima, un cielo precioso que hace que me de más rabia tener que descender y abandonar Currilliles, estoy atrapada a esta Sierra.
Hasta la luna este día no se había acostado y nos regaló escenas inolvidables. 

Terminamos como se costumbre...tras jornada montañera de espectáculo, jornada gastronómica de espectáculo...¿dónde? en Hostal Rural Restaurante La Collada de  Aralla.

 "Qué importante es el tipo de relación que cada uno establecemos con nosotros mismos, con nuestra vida, nuestras tareas, nuestras creencias"

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