2 de noviembre de 2023

PASEANDO POR EL RABIZO




Después del maravilloso fin de semana en mi paraiso llanisco, el miércoles me empiezo a encontrar mal de verdad y el jueves cuando me levanté para ir a trabajar ya no podía tenerme en pie, me dolía absolutamente todo, fiebre, y un cansancio impresionante, no era normal...me fui a por el test del Covid19 y ¡bingo! positivo ...no era normal la sintomatología que tenía...después de más de 3 años sin cogerlo y habiendo estado rodeada de gente que si lo tuvo, pues esta vez sí, me cogió el puñetero virus y de verdad que no quiero tenerlo nunca más...qué sensaciones.

Estuve sin poder moverme de la cama y con un dolor de cabeza muy intenso , con un cansancio supino durante 4 días...el domingo Manuel y yo decidimos ir a dar un paseo por El Rabizo, él ya se encuentra mucho mejor, estuvo un día algo pachucho pero nada comparado conmigo (él ya tiene muchos anticuerpos jajajaja) y al bosque nos vamos, lo necesitamos mucho, respirar aire puro, contactar con los árboles y sin absolutamente nadie para que no haya peligro de contagio y poder respirar profundamente.

¡Tan bonito nuestro Rabizo!, es nuestro pulmón, es un bosque mágico y los primeros detalles otoñales ya comienzan a aparecer...todo está precioso, qué calma y que paz, qué aire puro.


Caminamos un buen ratito pero la verdad es que yo sigo sin encontrarme muy bien, me agoto a nada que camino y estoy muy revuelta y mareada.


Bosque, nuestros robles centenarios en medio del pinar son una fuente maravillosa para recargar energías, yo subir subo pero puffff lo que me cuesta, qué tendrá este maldito virus, me tiene agotadita.




Pero merece la pena porque el agotamiento físico es intenso, pero el emocional parece que se equilibra un poquito dentro de esta preciosidad de espacio. Mire donde mire ahí habita la magia.

El otoño se asoma y yo ya me voy recogiendo, aún después estuve de baja (la primera vez en mi vida) hasta el miércoles, el jueves por la mañana ya di negativo y aunque con mucha tos me incorporé a mi trabajo...así estuve otra semana, con restos del virus, pero sin duda este paseo que me costó un triunfo,  emocionalmente me ayudó  y de qué forma. ¡Cómo estaba todo de bonito!


"Sentir el bosque es disfrutar a tope de esa conexión con nuestra madre tierra, con nuestra madre naturaleza, con nuestras madres.
 

3 comentarios:

Miradas desde mi lente dijo...

He tenido la suerte de que no he cogido el covid. Ya tengo la vacuna de este año puesta y la de la gripe. Lo que soy muy prpensa a coger algún que otro catarro bronquial. Los cambios de tiempo, es lo que me hace coger los catarros.
Admiro la belleza de esos bosques de tu tierra.
Un abrazo

Tomás B dijo...

Yo por ahora también puedo decir que no he tenido relación con el virus estoy dando las teclas solo con una mano y la otra tocando la cabeza (por lo de tocar madera).

Saludos.

Teresa dijo...

Sara, me alegra que ya estés bien. Parece que el virus no está, pero sigue con nosotros. Abrazos.