El día 27 de septiembre volvimos al hayedo de Orzonaga pero esta vez entramos desde la carretera que va a Tabliza o Llombera y desde aquí en dos pasitos ya nos introducimos en el hayedo.
Nos metimos por sitios diferentes esta vez... porque se trata de dar un paseo por el bosque porque tenemos comida familiar y no nos podremos entretener mucho y porque está el faedo qué parece Ordoño...ahora con la pandemia a mucha gente le ha dado por caminar y me temo, que a este hayedo le va a pasar como al faedo de mi pueblo, de Ciñera, que se va a llenar de gente, de excesiva gente.
Cómo siempre un disfrute total y absoluto.
El otoño comienza a asomar...hoy que ya es 1 de noviembre, puedo decir que estábamos comenzando lo que iba a ser y está siendo un OTOÑO divino en colorido.
Cuánto más nos introducimos en el bosque menos quiero salir de el...aquí todo es ¡¡tan mágico!!, huele a paz, calma, limpieza, salud...huele a la grandiosidad de la naturaleza.
Disfrutamos de cada detalle, en el suelo, en el cielo, en los árboles, en las rocas...
Y terminamos la jornada de finales de septiembre comiendo en familia en el restaurante El Valle, en Candanedo de Fenar y así de rico, ¡¡aquí se come muy bien!!.
"Todo tiene la importancia que le quieras dar"
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