El día 1 de noviembre, día de todos los Santos, un día triste por excelencia, por lo menos para mi, bueno todo noviembre tiene ese no se que triste...así es que nada mejor que introducirme en el bosque, y éste desde luego es salvaje donde los haya...¡¡precioso!!
El Hayedo de Felmín se quedó en un trocito de mi alma...para volver y volver en todas las épocas del año.
De hace quince días a hoy, esto ha cogido color, mucho color, tenemos las laderas de las montañas de mi tierra, León, llenas de bosques, y aún con la extrema sequía, por esta zona están preciosos.
Y entrar en el de Felmín, que es un hayedo afortunado, porque le traspasa el reguero de Valporquero, y está lleno de humedad y preciosura...¡¡qué de detalles llenos de magia y pureza!!.
Dentro nos encontramos una maravillosa calzada Romana...uafff qué hayedo, todo magia, todo un lujo que te invita a refugiarte dentro de él.
Lo encontramos lleno de otoño y su cromatismo.
Si hay un paraje impresionante en nuestra provincia, ese es Las Hoces de Valporquero, aquí las peñas enormes, altas y rudas, se aprietan para engullirte en ellas, y te abrazan...es impresionante el paisaje.
Para terminar el día comimos riquísimo en el hostal Las Nieves, en Cármenes, y es que estamos totalmente enganchados a esta zona de nuestra tierra, a Los Argüellos, y además al lado mismo de casa, ¡¡esto si es ser afortunados!!.
"El otoño es un nudo vital espaciado del cordón vital" Ló
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3 comentarios:
Precioso ese hayedo, lleno como todos de detallucos, poco a poco van cogiendo color, ahora con este agua tal vez explote y aparezca ese otoño que todos añoramos. Un lugar precioso, y que pintaza esa comida. Un abrazo amiga.
Tienes mucha suerte Sara. Besos.
El otoño es mi estación favorita. Lo que pasa que dura nada y no siempre el tiempo acompaña para disfrutar de esos bosques.
Un abrazo
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