Y estamos a punto de abandonar la provincia de Huesca, la maravillosa provincia de la montaña y la escalada..y de camino no podíamos dejar de hacer una paradita en Riglos y disfrutar de este paraíso para montañeros y escaladores procedentes de todo el mundo.
Los Mallos de Riglos son unas formaciones geológicas de tipo mallo que
es una formación geológica característica
del valle del Ebro de
grandes farallones y agujas de
conglomerado rocoso situadas en Riglos,en
las sierras del Prepirineo Oscense.
Alcanzan los 275 metros de altura máxima (espolón norte del Pisón) y se
caracterizan por sus grandes paredes verticales o incluso desplomadas, muy
apreciadas para la práctica de la escalada.
Cada mallo tiene un nombre
propio, cuyo origen procede en algunos casos del nombre de algunas casas de
Riglos (Firé y Pisón), de su forma o color característico (el Puro, el
Cuchillo, la Visera, del Agua, os Fils, Colorado, Magdalena, Aguja Roja,
Tornillo, Tornillito...son impresionantes...los mires por donde los mires impresionan.
Y tuvimos el privilegio de poder robar unas escenas bien bonitas a una pareja de escaladores, que consiguieron el mallo llamado El Puro. ¿Parece pequeñito verdad? Os garantizo que no...si lo comparamos con El Pisón a su lado pues si, pero tiene su subida...uffff.
Les voy a dar ánimo y la enhorabuena con mi dedo índice.
¡Qué pequeñitos se les ve y que gran proeza han conseguido! Vamos a disfrutar de su escalada...¡un ratito!.
Lo consiguen y se abrazan por el reto superado...y nuestra cámara disfruta con su triunfo. Decimos hasta pronto a esta nuestra primera incursión en Pirineos...ha sido maravillosa...
...ahora nos vamos dos días hacia El Condado de Treviño.
"Este viaje a Pirineos ha sido para mi como montar en una montaña rusa de emociones".
3 comentarios:
Hermosos parajes que nos presentas hoy, pero... escalada son palabras mayores. Bsos.
¡ Que precioso viaje ! Besos.
Como bien sabes fui, pero lo que no sabes y te cuento es que me fui de allí con pena, con pena de no haber subido alguna de esas columnas que ha puesto ahí la naturaleza, aunque solo fuera un poquitín, dos tramos o tres, Riglos me encantó pero los Mayos me enamoraron y esa luz que les queda al atardecer aún los hace más guapos.... precioso reportaje Sara.
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