Por aquel 2008 cuando yo-y tantas personas como yo comenzamos en el mundo blogger-creo que no nos imaginábamos ni por un momento lo que esta experiencia supondría para nosotr@s.
En mi caso ha sido una experiencia de VIVENCIAS intensas y maravillosas...entre estas vivencias está Ripley...nuestro querido Ripley...ese que hacia las fotos a pulso como un campeón.
A Ripley jamás le conocí físicamente, nuestras conferencias fueron muchas y eternas ( estaba tan solo) y los email cientos...pero físicamente no le conocimos, y sólo hay una razón... Madrid no es para mi...y las poquitas veces que he ido, ha sido a manifestaciones donde el agobio y el barullo no estaban conjuntadas con Ripley y su cruel enfermedad.
Si Ripley hubiese vivido en un pueblecito-cuánto de diferente hubiese sido nuestra relación- cuánto de diferente hubiese sido hasta este maldito final de Ripley.
Cuántas veces se lo dije: Madrid (las grandes ciudades) deshumanizan a la humanidad.
-coincidíamos en muchos pensamientos, este era uno de nuestros puntos de desencuentro...Ripley era urbanita a tope, se ahogaba pensándose viviendo fuera de Madrid...yo me ahogo pensándome fuera de mis pueblecitos y mi mundo rural.
No podía faltar tu espacio en mis momentosdecisivos , aunque jamás hubiese querido que fuese para despedirte de esta manera...tú formaste parte de estos momentosdecisivos durante mucho tiempo, hasta que tu enfermedad te dio un ramalazo de esos azotadores y me hacías casi culpable de andar todo el día por el monte-yo te entendí-era tu maldita enfermedad-cómo te noté venirte abajo en aquella temporada, qué malhumorado, pesimista, gruñón, enfadado con el mundo (cómo para no estarlo) y nuestra relación se enfrió porque tus comentarios empezaron a ser hirientes...¡te perdoné! claro que te perdoné...pero nuestra relación ya no volvió a ser la misma.
Nuestros comentarios se distanciaron...entraba de vez en cuando en tu blog en silencio...y justo hace unos días empecé a pensar en ti de una forma extraña, fuerte, y le dije a Manuel
- ¿qué será de Ripley? voy a ver...
y aquel pensamiento y nada dieron para que dejase mi energía en conseguir aquella bicicleta que necesitabas, dieron para que dejases en mi bandeja de entrada 8 preciosos mensajes que tenían el toque de aquellos maravillosos tiempos de nuestra amistad más fuerte, y también dieron para que en mi bandeja de entrada me dejases tu último mensaje antes de entregarte en el arrullo del descanso, de la paz, de la tranquilidad...esa que se te negó en vida.
Tu vida ha sido para nosotros un secreto enorme... contabas hasta donde tú creías que se podía leer, y si hubieses contado un poquito más allá de donde podíamos leer, quizás ahora ya estarías descansando en PAZ totalmente, que es lo único que pido a mi Dios desde aquel 13 de mayo de 2016.
Siempre te quedarás por aquí...en tus muchos comentarios que ya tengo en un librito, en tus muchos emails, en mis comentarios en tus blogs, en aquella entrevista que me hiciste en Háblame de ti (cuánto nos hiciste reír con aquella experiencia cuando nos entrevistabas).... que ocurrencias tenías, como nos divertimos con aquella experiencia tuya que resultó tan entrañable.
Ainssss mi querido Ripley...no seas pillo ,que ahora podrás desde tu cielo, rozar a Natalia Verbeque y te veo, mira que te veo eh!!! ¡¡cortáte!!.
¡Descansa en Paz Adolfo! lo tienes bien merecido, y haz muchas fotos a pulso como un campeón.
7 comentarios:
No nos comentábanos, pero me arrancaste lágrimas. Es un texto hermoso y tan humano. Sé lo que se siente, estar tan unida a alguien quien es contradictoriamente un perfecto extraño Pero así es tantas veces este mundo bloguer
Paz para él, consuelo para los suyos y para sus amigos
Besossss mi querida Sara
Ha sido precioso, Sara. Creo que me habló de ti en uno de sus últimos correos. Una "reconciliación" que le hizo feliz. Muy feliz.
Este Ripley era un gruñón encantador. Pocas personas se volcaron tanto en este mundo blog como él. En cada comentario echaba el resto. En cada correo personal...
En el último que me envió le decía que le escribiría más tarde, que estaba liada... Me gustaba dedicarle tiempo a nuestros mails.
¡Cuánto le vamos a echar de menos!
Yo lo vi algunas veces de pasada, cuando comentaba en algún blog. Sara, le has dicho unas lindas palabras que me gustan. Besos.
Quedará siempre en nuestro recuerdo, en el de tanta gente.
Vaya, Sara, qué triste tu post de hoy... Me suena bastante de este mundillo dónde solemos coincidir, pero nunca llegué a pisar su blog y supongo que él tampoco hizo lo propio en el mío, aún así, lo siento mucho.
Por algo parecido pasé con dos compañeros que murieron, aún tengo un homenaje a Jesús en la sidebar de mi blog, ahí estará hasta que también yo me vaya, de una forma u otra; quiero decir que puedo entender tu tristeza y empatizo completamente contigo.
Desearle a nuestro amigo Ripley que descanse en paz.
Un abrazo, Sara.
Sara, y que decirte, precioso homenaje a una gran persona por lo que deduzco de tus palabras, yo ni lo conocía ni lo seguía pero me apena tanto.... un abrazo enorme mi querida amiga.
Por lo visto mi amistad bloguera es más reciente que la tuya, pero hace ya muchos años que le sigo....en cierto modo comprendía que a veces estuviera malhumorado, la vida ha sido muy injusta con él y pienso que además se sentía bastante solo, por eso sentía la necesidad de que hubiera comentarios en su blog...lamento su pérdida y espero que ahora tenga la paz y la felicidad que en vida se le negó.
Besos
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