13 de agosto de 2013

PUERTO DE SANTA MARIA....DISFRUTANDO DEL TIEMPO

 En un hermoso hotel con vistas al Puerto, una luna nueva inmensa, las chicharras con sus soniquetes nocturnos... y esta salamanquesa curiosa que cada noche nos visitaba a nuestra terrazita del hotel.


Hasta llegó un  crucero italiano que pasó todo el día en El Puerto de Santa María
 El Castillo hermoso, custodiado por un lado por sus granados en flor y por el otro lado con sus belllas y enormes palmeras.
 Uno de los preciosos barrios del puerto de Santa María...una maravilla sentarse al fresquito a escuchar las chicharras, y a embriagarte con el olor de sus muchas flores.

 Esto era un precioso local nocturno en pleno puerto...a modo de gran barco...donde por la noche cuando refrescaba, y tiraba ese airecito que te transportaba en busca de los deseos más ansiados...tomábamos nuestro refresquito relajados, en compañía de la luna nueva que se reflejaba sobre las aguas del puerto...¡¡se veía preciosa!!.




 Y la luna, nuevamente, como protagonista en su pentagrama de cables eléctricos, iluminando todo el puerto... protegiendo mis emociones y pidiéndola porque desapareciesen mis angustias...ésta hermosa luna fue mi cómplice.



Por la tarde nos íbamos a tomar el vinito donde el paisano leonés...anda que ir al Puerto de Santa María...al lejano Cádiz...tomar el vino en un local leonés, y que no te den tapa tiene su guasa.



Oprimida, violentada, cansada, agotada por esas dobles y hasta triples jornadas de trabajo y responsabilidades...aquí, he intentado ver mi futuro más cercano con una mirada positiva...aunque estas emociones  y angustias necesitan de tiempo, ese tiempo que no se percibe...simplemente pasa por nosotros... y todo lo va poniendo en su sitio.

Dijo un día un día un avaro: 
"Haz buen uso de tu vida. Yo no pude comprar ni siquiera una hora por trescientos mil dinares. Asegúrate de comprender el valor de tu tiempo"

1 comentario:

Lola dijo...

Cuando yo pasee por el Puerto de Santa María, oía a mi querido Alberti recitando y como un quejido decía, el puerto de Santa María… el puerto.
Y su pelo blanco vivió cara al viento, en un no querer abandonarle, y sentí la ausencia de muchos años, y el recuentro después de una vida de añoranza.
Bellas fotos, y tu decir de esa ciudad llena de armonía, sol y mar que enamora. Un beso.