JUSTAS MEDIEVALES 2022. HOSPITAL DE ORBIGO.

Empezamos junio medievalmente hablando...en las Justas Medievales de Hospital de Órbigo, en familia, cuánto nos gustan estos eventos... y también a nuestro chiquitín. 

Ojalá aún se estuviese realizando aquella Celada medieval ,que tanto nos costó sacar adelante en La Robla y que a otros tan poco les costó terminar con ella...pero ahí quedará mal que le pese a algunos, nos lo propusimos y durante cuatro ediciones se estuvo realizando una fiesta medieval en torno a nuestra historia y leyendas... el 4 de junio de 2022 nos tocó disfrutar en Hospital de Órbigo de estas preciosas justas medievales donde se involucra todo el pueblo, después de dos años de pandemia y no poder realizarla, BRAVO por la organización.

Mi tesoro pequeñín con mi tesoro grande, mami explica a su cachorrín de donde sale el jamón, ese que taaaaanto le gusta ): ): ):

Captando más imágenes...

No faltó ni un detalle, las bailarinas y esos grupos de percusión nos hicieron bailar al compás de música medieval.

Caballeros...a la batalla...no nos queda otra.

Y su dulzura, su ternura, su bondad, su grandeza, recogidas en su carita...y yo, su ATA, observándole siempre porque él , es un ser especial...ruego y agradezco que su destino sea SER MUY FELIZ...amado es muy amado, por su mamá especialmente, y después por nosotros, por su Ata y su Oto.

 ¡¡Cómo gozó en los caballitos medievales!!.

Hasta los cielos estaban espectaculares este día...hubo una tormenta tremenda , pero después las nubes dejaron paso al sol y pudimos disfrutar de la tarde en aquellas preciosas y trabajadas Justas Medievales de Hospital de Órbigo 2022.

Y hoy una frase medieval

¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!.¡Qué buen vasallo si tuviera buen señor!

Significado. Sería un persona aún más valiosa si estuviera bien dirigido o aconsejado. La frase aparece en el Cantar de Mío Cid (alrededor del año 1200) y dice literalmente: 

La frase se refiere al hecho de que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, tuvo que abandonar la corte de Alfonso VI, su señor, al enfrentarse con él por cuestiones personales y que los suyos pronunciaron estas palabras cuando comenzaron su destierro.