El 23 de octubre fue aquí el primer día que hizo frío de verdad y cayó agua a raudales...después de un veroño largo y precioso. Manuel y yo decidimos que no nos quedábamos en casa aún con el tiempo en contra, y mereció la pena...¡vaya que si mereció!.
Por fín encontramos el camino correcto al Pico Gayo desde Cármenes, aunque este día nos vamos a dedicar en cuerpo y alma a su hayedo...al hayedo del Monte Brición.
¡¡Qué bonito estaba todo!!, ese ambiente de humedad y niebla hace a los bosques más misteriosos y bellos si cabe.
La subida es preciosa porque las vistas son espectaculares...¡¡qué parajes tenemos!! de cuento, para subir a una hermosa montaña pasar por un bosque mágico...y así casi toda la Montaña Leonesa.
Además se nos regalan sencillos detalles que hacen que una salida sea grande, muy grande y perdure en nuestros recuerdos para siempre...estos preciosos detalles del sendero.
Una de las paradas más preciosas de la ruta...tiene duende y además el cielo jugó con nosotros ofreciéndonos esa tonalidad tormentosa.Y de repente, paró de llover.
Sale incluso un poquito el sol, tímidamente para hacer más rabioso el cromatismo otoñal que ya empieza a salpicar a nuestra Montaña Leonesa.
Vistas de nuestros pueblecitos preciosos, Gete, Cármenes... y esos valles que parecen pintados por manos divinas.
Y no sólo el hayedo es precioso...sino que el pinar es...nunca vi algo así de bonito en un pinar...los pinos son de líquenes...pasé un buen rato admirando este efecto precioso...volveré a este lugar un montón de veces más...¡¡volvemos eh Manuel!!, le dije a mi compañero del alma.
Qué día más bonito hemos pasado... y rematamos comiendo en el restaurante de Busdongo, en El Villa María que regenta mi antiguo alumno Diego con su esposa Yoli y familia de ésta...¡pero qué rico nos dan siempre de comer!.
Ante las fuertes corrientes de los cambios veloces, yo siempre me sumerjo en el bosque.
2 comentarios:
Más bellas imposible, Sara, éstas imágenes son un canto a la naturaleza, una melodía a los sentidos, de lo más bellas, me han encantado.
Es un placer siempre estar aquí.
Un beso enorme.
Precioso el otoño, la ruta una maravilla, como todas las que cuelgas aquí. Este finde iré a mi otoño natal, el de siempre. No ha llovido demasiado, pero seguro que los bosques de robles y castaños ya empiezan a colorear, los cerezos también. Aprovecharé para caminar por el monte, como haces tú- Un ejercicio para el cuerpo y sobre todo la mente.
Ese equilibrio que necesitamos, ese respirar y detenernos en la contemplación del paisaje, del milagro de la naturaleza que siempre nos sorprende.
Un beso
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