23 de octubre de 2015

FUENTE COBRE...SIN DETENERNOS

 

 Tarde del 11 de octubre de 2015...Después del intenso paseo por La Tejera de Tosande (salí de allí con 513 fotos), nos dirigimos a Santa Maria de Redondo( qué pueblecito más precioso),comemos el bocata en el parking donde empieza esta preciosa ruta, y salimos "pies para que os quiero" pues son las cinco menos cuarto de la tarde y nos cogerá la noche fijo...
de hecho todas las personas que bajan nos dicen los mismo: Vais un poco tarde, se os hará de noche...


Nada más comenzar la ruta el sendero ya nos hechiza...el colorido otoñal nos brinda momentos inolvidables, en la Montaña Palentina el otoño llegó muy prontito y con fuerza. 
Manuel me da el aviso..."Sara como hagas tantas fotos como por la mañana nos coge la noche ya"...asi todo... voy rápida como un gamo cámara en mano y disparando mi objetivo caminando en muchas ocasiones...en muchas otras me detengo...tengo que detenerme pues no podría perderme el disfrute de este lugar.
 Los acebos están cargados de sus frutos rojos, se preparan para el duro invierno en la montaña.

 Algunos son monumentales, y son puerta de entrada a un bosque que nuevamente vuelve a albergar dentro un hechizo que hay que vivir.

 No puedo resistirme a abrazar a todos esos acebos juntos
 Y después seguimos el precioso sendero...estamos cerquita ya...menudo récord hemos batido...6km todo para arriba en 1 hora y 15 minutos...jamás he cogido tal sudada subiendo a ningún lugar.


 Esto es todo un espectáculo, y casi que ya me da lo mismo que oscurezca, ver atardecer aquí es...es...tendré siempre impregnado en mi ese atardecer en El Nacimiento del Pisuerga.
 Me paso un rato mirando a esos pedreros entre esos preciosos e interminables bosques palentinos, creo ver el oso por momentos, pero no...
...lo que si vemos ya, es  la magnífica cueva donde corren fresquitos los primeros saltos del río Pisuerga.
Dice Javier Prieto Gallego, que este río tiene la suerte de nacer en una Catedral, porque eso es lo que parece realmente la enorme sala subterránea que el río deja atrás justo antes de salir a la hermosa Montaña Palentina.
¡ Qué lugar! otra de esas joyas de la naturaleza que me es permitido disfrutar...¡qué lugar!...y grito: "Manuel me da igual que oscurezca, quiero estar un buen rato aquí"...
...la temperatura es estupenda, la tarde se acerca con lentitud, como si se hubiese aliado con nosotros para dejarnos aprovechar y aprovechar, y seguir aprovechando este entorno, y el silencio es embriagador y seductor... hay un silencio que atrapa.

 Trepo por ahí arriba sin decir ni pío, y Manuel dice que está alucinando conmigo, que cuando quiero como ando de rápida y sin protestar, me ha visto bloquearme en subidas tontas, y aquí tiro mochila, tiro todo y me meto en La Catedral del nacimiento del Pisuerga...


¡ Qué cavidad!, es enorme, es muyyyyyy bonita, y hago mil fotos, de dentro a afuera, de afuera hacia adentro...sin duda, ésta es ya, una de las rutas más bonitas que he recorrido.

 Dentro la luz no es muy buena ya, y nacen setas de todos los colores y formas, éstas rositas, me parecieron preciosas aunque la foto haya salido fatal.
 Manuel se aprovisiona de aguita rica y fresquísima del Pisuerga...¡qué buena estaba!
 Y ya con esa luz tenue del atardecer, de otro precioso atardecer que nos regala la Montaña Palentina, volvemos por otro camino, faldeamos esas preciosas montañas y salimos a unas praderas que nos regalan vistas de postal...la otra vertiente de La Montaña Palentina, y ese mar de nubes acariciándolas.




 Ha sido maravilloso, llegamos a las ocho menos cuarto al aparcamiento, con la sensación de estar bajo el hechizo de aquel lugar.

Todos estamos condenados a un hechizo cósmico. El universo es irremediablemente fugitivo. Nadie puede detenerse.Alejandro Dolina

5 comentarios:

CARLOS dijo...

Me encanta, que ligereza de caminata, eran las cinco y pico y os dicen que os pillará la noche y os pilla solo el atardecer, me encanta. No lo conozco y me ha prestado mucho, que lugar, que preciosidad, anoto, va a la libreta de lugares que hay que ver si o si. Hay una fotografía de Manuel en el que mira como diciendo, Sara no hagas fotos que se nos hace tardeeeeeeeeee.

Esto entre tu y yo, yo en la Tejera, la de Tosande, como te dije fui con dos tormentas a mi espalda y con los rayos cayendo de un lado al otro, hice 345 fotografías, las he contado, si solo 345 fotografías y había poquita luz, jajajjaaj.

La frase de Alejandro Dolina excepcional. Saludos y hasta un casi ya pronto pareja.

Ramon dijo...

Una excursión extraordinaria, narrada con la fuerza que te caracteriza. En este relato no falta el suspense (¿se les echará la noche encima?) ni la gesta deportiva (6 kms. subiendo en poco más de una hora!). La guinda, haber escogido esa frase de Alejandro Dolina. Enhorabuena!

Teresa dijo...

¡ Es maravilloso Sara ! Me encanta esa catedral. Un abrazo.

Cienfuegos Caleyeru dijo...

Que guapo. No conozco la zona, pero con esos bosques tan otoñales, hechiza. Y esa cueva, pues más aún. Le da su toque. y encima no se os hizo de noche. Apurasteis, eso si, ¿eh?.
Un abrazo

Ginebra dijo...

Pues sí, somos parte de ese universo, ¡qué bonita frase!.
Precioso colorido otoñal el de esta última ruta, muy bonita.
Que sigáis disfrutando como lo hacéis, ese es mi deseo para ambos y extensible a todos tus amigos "ruteros"
Besos