15 de abril de 2015

TESOROS REGALADOS

 Este viaje fue muy muy especial...
Judith le regaló a su padre por su cumple un bono de hotel de un fin de semana completito, y después de dos meses ojeando a que lugar maravilloso de todos los que trae el librito de regalo nos iríamos,...decidimos que volvemos a Cantabría, que aún nos queda mucho por descubrir...
El alojamiento divino, muchas gracias a Beatriz por su amabilidad y atención, tu hotel rural en La Busta "Posada de La Busta" es un lugar para perderse y no aparecer jamás.
La habitación de diez, la cena y desayuno de diez, el entorno de cuento, el trato de lujo...tenemos que volver.
 Desde La Busta estamos tan bien situados que recorremos media Cantabria... allí al ladito mismo Los acantilados del Bolaó con su cascada en medio del mar...un lugar que atrapa.

 Cómo te necesitaba mar, cómo necesitaba esta escapada para poder controlar estas inmensas ganas que me han entrado de romper con tantas y tantas cosas.
 Seguimos en Cobreces y en Novales que huele a limones que da gusto, y es que el pueblecito está repleto de limonares.
 Y por fin me adentro en el Valle de Lamasón, que ganas le tenía,...de los más hermosos que he visto...esta foto es en Cires, el último pueblecito del Valle, en lo más alto, reinaba un silencio atronador.


 Seguimos en Lamasón, pero ahora bajando y encontramos este pueblecito preioso con su iglesia reinando en medio del valle y protegida por inmensas montañas: es Quintanilla


 Fijaos bien, así es Lamasón, verdes praderias, de un verde intenso, y senderos que llegan a las montañas...pueblecitos salpicados que parecen de cuento pero que son reales.
 Abandonamos Lamasón y nos adentramos en Carmona...un pueblo con mucha historia y del que te quedas enamorad@. Aquí pudimos observar un buen rato el duro trabajo del pastoreo de la vaca Tudanca, que es típica de aquí.



 Acabamos con Carmona y seguimos a Ruente...en esta cueva vive La Anjana, ese hada que protege bosques y caminos, y que sin duda habita en este lugar mágico La Fuentona de Ruente.



 Aún hay más por descubrir...la estamos gozando...este Norte mio me tiene engatusada, que norteña me siento, aún deseando viajar siempre también a otros puntos cardinales.
Momento de descubrir Bárcena Mayor...¡qué pueblo!, reinaba una paz inmensa, apenas  una docena de turistas, es la hora de comer y los restaurantes están repletos, por lo tanto sus calles vacias y esto permite que podamos disfrutarlo de lo lindo y sacar mil imágenes.


 Está sumamente cuidado y conservado, todo de piedra y madera, y se deja acariciar por el rio que lo atraviesa con  aguas de seda.

 Hacemos parada en Torrelavega
 Y como no podía ser de otra forma nos adentramos en  el Parque Natural de Saja-Besaya
 La Cascada del Pozo del Amo reclama nuestra atención durante muchísimos minutos, no hablo, no pestañeo,sólo inspiro para dar gracias por tanta inmensidad y grandiosidad y por poder disfrutarlo.
En esta malísima época personal, de cambios fisicos y hasta emocionales,de querer romper con cadenas que te van atando y atando a lo largo de tu vida, de decepciones, de tiempos complicados en general...la naturaleza me sana, me mima, me acurruca, ella es siempre mi canastilla emocional.


 Y dentro de la naturaleza, ellos...siempre ellos, los árboles, el ser vivo más maravilloso y magnífico que existe (según mi punto de vista)...
...ellos me protegen de una forma que jamás podré explicar con palabras.

 Y entre ellos este Haya Cruzada me regala su energía, y yo...yo la tomo muy agradecida.


 La niebla y el agua dejan su impronta en este lugar mágico, de esta forma lo hacen aún más misterioso y especial...y es que en esta tierra misterio, humedad, naturaleza y leyendas conviven en armonia.

No se el tiempo que estuve abrazada a La Jaya Cruzá, sólo se que me costó mucho, mucho abandonar este lugar, y que aún hoy, sueño con volver.
Y así fue el maravilloso fin de semana que se me regaló en Cantabria, y así sentí nuestra nueva inmersión en esta tierra mágica, deseando volver a descubrir más rincones pendientes.
"Los sueños no desparecen jamás, salvo que las personas los abandonen"

7 comentarios:

Edward Gryffindor dijo...

Atrapado estoy con la magia de esos parajes. Supongo que estarás cargada de energía. Bsos. Por cierto, no dejes de visitar una exposición de fotos en Museos de León, edificio Pallares, te sorprenderá el poder del B/N en la naturaleza.

CARLOS dijo...

Mira que tu que estoy redescubriendo Cantabria y me doy cuenta de lo mucho que aún me queda por ver, estuvimos en el Parque del Saja, pero solo dos días, precioso tu reportaje. Y volveré. Saludos.

Teresa dijo...

Querida Sara, espero y deseo que te encuentres bien, el viaje se ve precioso y me alegra que lo pasaras bien. Un abrazo muy fuerte.

Angel Corrochano dijo...

La verdad es que es una pasada perderse por esos lugares, paisajes preciosos lejos del ruido de la ciudad. Un espacio para respirar y evadirse.
Un abrazo Sara

Cienfuegos Caleyeru dijo...

Hoy no me sorprendes. Lo conozco todo y batante bien, je, je. Como no va a oler a limones Cóbreces si a esa zona la llaman el valle de los limones. Y del Saja, ¿que voy a decir? si puede que sea la zona de Cantabria que más me gusta. Ruente, Luzmela, Bárcena Mayor, .... y esos bosques que hay en toda la zona alta del valle. Una zona preciosa. Buena elección.
Un abrazo

Ginebra dijo...

Entro en tu casa y después de un viaje espectacular me topo con la reflexión final, curiosa coincidencia de pensar en los sueños, como he apuntado en mi último post.
Pues sí, hay que seguir soñando porque es una forma de vida, más aún cuando hay momentos personales de bajón (que espero pasen pronto para ti). Decirte que me he identificado al 100% con este escrito, no estás sola.
Un viaje-regalo muy apropiado para ambos, Judith es una chica lista.
Besos

Gizela dijo...

Bueno mujer bella!!! Me alegro que el viaje haya sido tan lindo
Los "bajones" son parte de la existencia, pero también le siguen los "subidones" y hay que estar con alma abierta, para recibirlos

Besossss a los dos!!!