VALLE DEL CURUEÑO

 Todos los primeros de Mayo, el día 1 se celebra la romería de Valdorria, la gente va llegando por todos los sitios  y nos reunimos en el pueblecito de Valdorria para comer, bailar y disfrutar de este escenario natural...hermoso en el Valle del Curueño.

 El monte está a rabiar de vistosos colores, de fragancias riquísimas...hace un día estupendo.

 Manuel nos espera subido a la primera peña que encontramos...¡¡cómo no!!

 Las escobas tapan el camino durante buen trecho del mismo ...no queda otra...a patear entre escobas.

 Manuel y Malú llegan por un lado...Susi y Marga por otro...y Luis y yo haciendo fotos :))

 Y voy soltándome, voy  consiguiendo logros...hasta he trepado por esta pequeña roca y he conseguido mirar hacia abajo sin sentir muuucho vértigo, sólo un poquitín.

 Y aquí paramos a contemplar la preciosa Peña Valdorría...a la que prontito iremos...ya tenemos fecha...desde aquí escuchamos el precioso Ave María que resuena con eco desde la ermita de Valdorria...

...¡qué sensación de grandeza!...éste sin duda es uno de los valles más hermosos de mi tierra leonesa.

 Parada en el bosquecito a la frescura del agua...uffff qué calor en este 1 de mayo.

 

 También al fresquito se arriman estas sencillas y hermosas mariposillas

 Y después de la pateada y la llegada a Valdorria, las cervecitas bien frecas y la morcilla...comemos a las faldas de la ermita de Valdorria...¡qué manjares!, tortilla de patata, ensaladilla, bollo preñaó,sandwiches,empanada y brazo gitano. Puffff que panzadas...esto merece una siestecina, sólo 15 minutines, cerrar los ojos al solecito para hacer la digestión.

 

 Muchos moteros de trial, aprovechan estos hemosos caminos para acercarse a Valdorria...había muuuuchos.

 Y a media tarde... venga grupo que nos vamos...nos queda la vuelta... otros 4 km por estos bellos parajes. Ha sido sin duda una jornada magnífica, la he disfrutado una barbaridad.

Por estos valles por los que camino...que me regalan algo que yo valoro mucho (la tranquilidad) suelo desear, que ojalá en la memoria del mundo quede impresa mi huellecita, que quede escrito lo que amo a la naturaleza.

 ¡Qué frágiles somos!   “Hay un tiempo para cada cosa bajo el sol; un tiempo para nacer y un tiempo para morir.”