El domingo pasado, día 16 de marzo ...con una mañana más veraniega que otra cosa, nos dirigimos al valle del Bustillo,valle precioso por excelencia...de los más bonitos que he visto...
El Bustillo está cargadito de nieve y ha sido imposible alcanzarlo...pero la otra cara soleada de la montaña, nos ofrece otro precioso pico ...desde él unas vistas de ensueño...se trata del Curuchico.
Por el camino preciosas yeguas... y vistas de hotel de cinco estrellas...mucho mejores aún ¡dónde vamos a parar!
Paradita en la explanada de la cueva ...y a Luis le encerramos en el corral...y venga que nos vamos...que el valle es largo.
Decidimos atacar El Bustillo por el bosque, parece que tiene menos nieve que por el valle, y por aquí nunca lo hemos subido, asi es que a probar, nos adentramos en el precioso y nevado bosque...
Mª Luz agotadita ya, le pide a Manuel por favor una paradita jajajaja.
Paradita para la foto...quien nos iba a decir que en este bosque íbamos a tener tanta aventura para alcanzar el cresteo del Bustillo... y al final no era tan fácil como parecía debido a la nieve y a lo que nos hundíamos en ella.
Decidimos bajar de nuevo al valle y disfrutar.
La primavera va llegando y salpica de amarillo la pradera
En la falda del Bustillo comemos nuestros manjares con unas vistas que ya las quisieran muchos hoteles de lujo. 
Y después de la comida Manuel, Malú y yo decidimos seguir valle arriba, hasta el fondo y subir El Curichico y contemplar Las Ubiñas y demás reinas y reyes de La Cordillera.
Que subida más preciosa hasta llegar al fondo del valle... y una vez que llegas allí para emprender la ascensión al Curichico, guauuuuu...empieza el espectáculo...nuestros ojos se llenan de alegría al contemplar lo que tenemos delante.
Cresteando y haciendo equilibrios
Y el sol queda atrapado entre el cielo y la tierra y nos regala esta escena.
Se pone del todo y nos despedimos en la montaña con este precioso atardecer
Un halo mágico rodea al astro rey...
Más indicios de la preciosa primavera y... bajamaos con pena, con mucha pena de este hermoso valle,no nos queremos ir de aquí... se siente una paz tremenda, se siente una cálida brisa y el cántico de varios pajarillos...se siente la naturaleza en cada poro de nuestra piel .
Y llegamos a La Robla con esa hermosa sensación del contacto con las montañas, los árboles, los valles, los bosques...llegamos llenos de vida ...con esa inquietud de preparar la próxima salida ¿Dónde? y disfrutamos ¡¡cómo no!!, todos juntos...estas cervecitas bien ganadas...que fresquitas y que ricas están. "Chin chin amigos"...
“Confía en ti mismo. Crea el tipo de vida que te gustará vivir a lo
largo de tu vida. Aprovecha el máximo de ti mismo atizando las diminutas
chispas interiores de posibilidad para que sean llamas de realización.”
Foster C. McClellan
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