Y seguimos caminando...y la vida sigue brotando...la primavera ya llega con ganas de instalarse en todos nuestros campos, montes y valles...
el camino sigue siendo precioso y nos encontramos con la tercera poza, y nos invita a pasar un buen rato allí, al ladito de ella.
Y en el camino...mires donde mires,la grandiosidad de esta tierra lo salpica todo...miro atrás y me encuentro con esta estampa y miro hacia adelante y veo ya los primeros atisbos de San Isidro con sus grandiosas montañas.
Aquí hubo muuuuucha nieve, el temporal en los últimos días de invierno ha sido muy fuerte, y como la nieve ya se va derritiendo, el agua brota en todas las praderas y deja charcos de burbujitas verdaderamente preciosos de fotografiar.
Y llegados a este punto otro buen rato de parada contemplando este magnífico rincón, el agua y las montañas se unen para regalarnos estampas que queremos guardar para siempre en nuestras retinas...y pretendemos seguir y seguir, pero llegados a este punto aún hay mucha nieve y decidimos volver en primavera.
En este punto mucha nieve, y ya estamos cansados de caminar y caminar por nieve, y además estamos chorreando, entre el agua y la nieve hoy nos hemos mojado enteritos, pensábamos encontrar nieve aún , pero no tanta.
Y volvemos sobre nuestros pasos contemplando el valle desde otra perspectiva, desde la perspectiva de la vuelta...y sigue siendo hermoso, repito, de los más hermosos que he visto, y lo tenemos cerquita de casa.
En esta ladera entre la nieve, encontramos seis o siete venados que pastan tranquilos, quedamos un rato contemplándoles , menos mal que por fin estos tres los ven...llevo todo el día viéndolos yo sola.
Y pingando continúamos ruta...estamos todos agotados, pero no de cansancio... sino de tantas experiencias vividas en esta maravillosa ruta que repetiremos con menos nieve.
"Pero yo no tengo ningún deseo de ser líder. Sólo quiero compartir lo que he encontrado". (Juan Salvador Gaviota)