Comenzamos a subir y nos encontramos la primera cascada preciosa
26 de octubre y parece agosto, que temperaturas...aquí, en esta zona, otros años por este tiempo, ya había nieve y ventisca...pero este 2014 la climatología está siendo rara, rara .
Pues bien, toca disfrutar de la subida Al Cellero y al Cuitu Negro.
Un trozito de escobas y en continua subida ascendemos hasta la falda del Cellero para de vez en cuando, darnos la vuelta y ser testigos de la maravilla de vistas hacía las Ubiñas.
Pedazo tentempié que nos comemos, el cuerpo nos pide dulce y aquí arriba esto sabe a gloria bendita.
Manuel señala al Cellero que alcanzamos hace unos días, y yo Peña Ubiña que se me resistió en su día, pero a la que volveré prontito.
Y llegamos al Cellero 1.864 metros...qué vistas, qué sensación más estupenda. Me encanta esta cima.
Y después de disfrutar un ratito en la cima del Cellero, bajamos en dirección al Cuitu Negro, allá arriba al fondo lo vemos...llegaremos cresteando todo este precioso valle de nuestra Cordillera Cantábrica.
Preciosos caballos que pastan tranquilos en este paraiso de silencio, nos miran con confianza.
Y volvemos la vista atrás para fotografiar por donde hemos subido y por donde estamos bajando, para después volver a alcanzar otra cima, el Cuitu Negro.
Los telesillas de la estación invernal de Pajares...que a últimos de octubre está así de primaveral, y es que ha aparecido una nueva estación el VEROÑO.
Maravillosa visión de Peña Ubiña...y quiero alcanzarla, tocarla, y lo consigo.
Mi cámara juega con las setas, el telesilla y Manuel.
Miramos al cielo y vemos un genio de brazos cruzados en su alfombra mágica...hasta las nubes se alían en nuestro camino con formas mágicas y simpáticas. Había muchas diferentes.
Y el Cuitu Negro a 1845 metros de altitud
Y abandonamos este lugar habiendo aprovechado el día a tope...otra buenisisma jornada montañera, que nos hace llegar a casa llenos de muy buenas sensaciones.
Al poco de empezar a andar el sendero se hace cuesta arriba, me canso un poco, no importa, sigo...
los obstáculos están ahí y hay que sortearlos, y así se hace el camino...pasito a pasito sorteando todo tipo de dificultades.